En los últimos años las fibras naturales han empezado a adentrarse en nuestros corazones y armarios con más fuerza y esto ha sido resultado de ir moviéndonos hacia un consumo más atento de sus efectos en el ambiente, pero ¿Qué son las fibras naturales? ¿Cuáles son sus cualidades? ¿Son realmente una opción más sostenible? Estas son buenas preguntas si estamos haciendo cambios en nuestro closet o si queremos saber más sobre ellas.
Tengo algunas ideas para escribirles de lo que he aprendido, mis convicciones acerca de moda lenta y lo que estamos haciendo desde nuestro lado. Este es el primer artículo de lo que creo será una serie acerca de estos temas y hoy quise empezar por el principio, contándoles sobre fibras naturales.
Empecemos!
La fibra es la materia prima, un diminuto filamento que unido a otro crea hilos y a su vez, esos hilos al tejerse entre sí, crean las telas.
En el mundo textil tenemos dos clases de telas, en un extremo las sintéticas que son hechas de fibras derivadas del petróleo como por ejemplo el poliéster, y en el otro extremo, las telas naturales que se producen con fibras extraídas de la propia naturaleza.
Hojas, tallos, vellosidad de semillas, pelaje de animales son fuentes naturales de fibras y a partir de ellas se han creado telas como el algodón (la más popular), lino, bambú, lana y seda, todas únicas en su esencia.
Y bueno, ¿Qué las hace únicas? ¡Nadie mejor que quienes las han testeado para saberlo! Suavidad, confort, frescura fueron algunas de las respuestas que algunas de ustedes me dieron hace unos días en nuestros stories cuando les pregunté por lo que más les gustaba de ellas.
¡Y sí! Su sensación cómoda y fresca viene de pequeños poros que están en la misma fibra y que permiten el paso de aire, lo que hace que tengan ventilación natural. Esta cualidad nos ayuda a regular la humedad y temperatura de nuestro cuerpo, haciéndonos sentir bien, lo cual es una maravilla sobre todo para quienes vivimos en un país tropical como el nuestro.
Otra cualidad favorita, ¡la textura! esa forma en que se entrelazan las fibras en ciertas telas como el lino, el cáñamo o el algodón en sus versiones más crudas, podemos apreciar una apariencia rústica, anudada y profunda que regala un espectáculo imperfecto de belleza.
Por último, estas telas al estar hechas de fibras naturales tienen la ventaja de ser rápidamente biodegradables, meses a 1 año pueden ser suficientes para que se asimilen con su entorno. Además de que han sido creadas con materia prima renovable, necesario en este tiempo en el aspiramos ser independientes de la industria del petróleo.
Ya sea que hayan empezado a amarlas por la sensación sobre la piel, el espectáculo visual o sus cualidades amables con la Tierra, todo cierra en una última cualidad fantástica que me dieron en esos días, ORIGEN, sí, definitivamente creo que esto lo encierra todo, en su origen natural es donde empieza el encanto!
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